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La Pirámide de la protección solar

¿Cómo crear una exposición/protección solar adecuada, equilibrada y efectiva, que sea realizable y proteja nuestra salud y la del medio ambiente?

Esta es una pregunta que muchas personas os haréis, ya que desde hace muchos años, desde diferentes medios se divulga sobre la necesidad de protegerse del sol para evitar enfermedades de la piel y el daño solar. Incluso hace no muchos años bajo la premisa de evitar el daño solar, algunos dermatólogos recomendaban evitar el sol al 100% y utilizar la protección solar más alta durante todo el año. La realidad es que en la sociedad occidental, llevamos una vida en la que pasamos demasiado tiempo en interiores, alejados del sol y del aire fresco.

Como suele ocurrir según la ley del péndulo, muy habitualmente nos pasamos de un extremo a otro y en realidad la clave es encontrar el equilibrio. Cada vez tenemos más datos que nos indican que tomar el sol es fundamental para mantener nuestra salud y que la falta de sol puede tener consecuencias muy perjudiciales, de hecho La falta de exposición solar se considera un problema real de salud pública ya que podría ser responsable de 340.00 muertes al año en Estados unidos y 480.00 en Europa, así lo publica el International journal of enviromental research and public health en una review de julio de 2020. Eso sí, tomado de forma adecuada a primera o a última hora y exponiéndonos de forma progresiva y lo ideal sería estar supervisados por un profesional que analice nuestro fototipo, nuestro estado de salud, el lugar en el que vivimos y cómo inciden los rayos y cree unas sugerencias personalizadas para nosotras. Esta publicación sugiere que la exposición adecuada ha de ser a diario entre 5 y 30 minutos a primera o última hora dependiendo del tipo de piel y del UVIndex.

El beneficio del sol más conocido es el relativo a la síntesis de vitamina D, aunque tiene muchos más que sepamos hasta la fecha como el de mejorar nuestro sistema inmune, el sistema nervioso segregando hormonas de la felicidad como las endorfinas, que también ayudan a reducir estrés y aliviar la depresión. Tomar el sol también se relaciona con la mejora de los hábitos de sueño y ritmos circadianos y también se está estudiando el hecho de que una reducida exposición a la luz solar natural junto a un exceso de exposición a la luz azul, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud desde edades muy tempranas.

Una exposición solar adecuada también mejora la cantidad de oxígeno y la irrigación en el músculo por eso puede ser beneficioso entrenar bajo el sol (siempre que evitemos las horas centrales del día). El sol también beneficia nuestro sistema hormonal y tiene efectos positivos a la hora de solucionar cuadros de dermatitis atópica y psoriaris e incluso hay evidencias de que los beneficios de la exposición moderada al sol en casos de cáncer, demencia, alzheimer y problemas cardiovasculares. El uso del sol de manera terapéutica se llama Helioterapia.

Y ahora volvemos a la pregunta inicial de ¿cómo encontrar ese equilibro y esa exposición / protección solar de una forma sostenible?, ya que hace años cuando hablábamos de protección solar todo se reducía a un producto cosmético, cuando en realidad hay muchos pasos en la pirámide siendo el protector solar la última parte de la ecuación.

Lo he puesto como último no por el hecho de que no sea importante a la hora de prevenir el daño solar cuando estamos expuestos sobre todo en horas centrales del día, o para prevenir las manchas si tenemos melasma, etc, sino porque en muchos casos la mayoría de las personas no se aplican la cantidad de producto adecuada ni tampoco se lo re-aplican adecuadamente y porque tenemos la costumbre de pasarnos demasiadas horas seguidas en la playa en verano cuando nuestra piel lleva todo el invierno cubierta en interiores.

Niveles de la pirámide

Piramide-de-la-protección-solar

En el primer nivel de la pirámide, nos encontramos la importancia de estar a la sombra, bajo sombras efectivas (no una sombrilla que por lo general deja pasar la mayor parte de la radiación aunque pensemos que estamos a la sombra, y además tenemos que tener en cuenta que la arena y la nieve pueden reflejar hasta un 25% de radiación y la hierba un 10%.

La exposición indirecta también nos afecta aunque estemos a la sombra, puede atravesar los cristales e incluso los días nublados como les el caso de la radiación UVA, por ello cuánto más alejados estemos de una ventana menor radiación tendremos, así que en verano os animo a dar un paseíto por la playa desde y luego una buena siesta en las horas centrales del día alejados de la radiación solar para volver a salir a pasear por la tarde noche y disfrutar de los rayos del sol al atardecer, ¡Qué maravilla!.

En el segundo nivel está la ropa con protección solar que cada vez es más frecuente sobre todo en niños, es mucho más cómoda y sostenible, ya que evitaremos toneladas de protectores solares que cada año son vertidas en el mar y luego en los ríos ya que cuando nos la eliminamos al final del día esos productos acaban en agua, ríos, mares y campos de cultivo, por no mencionar la toxicidad de los filtros químicos de la que os hablaré cuando lleguemos a la cúspide de la pirámide.

Ahora bien, ¿Qué tejidos nos protegen más?. Los tejidos más brillantes, más gruesos y más oscuros nos protegen más. Si el tejido está seco y alejado del cuerpo mejor que mejor. A los tejidos sintéticos se les atribuye una mejor protección solar que tejidos como el algodón o el lino que es más fino, personalmente uso una bata de loneta gruesa para pasear por la playa.

Con respecto a la protección solar de los niños la mayoría de la ropa es sintética y aunque no es 100% sostenible porque sueltan microplásticos en el agua, siempre será mucho menor su impacto comparado con la enorme cantidad de mililitros de protección solar que necesitaría un niño si se pasa todo el día en la playa. Por supuesto en la carita, las manos y las zonas expuestas al sol si hace falta un protector solar cosmético y sombrero y gafas de sol. Hoy en día existen sombreros con protección solar, os recomiendo este de Global babe que además es muy cómodo a la hora de viajar porque es plegable.

En el siguiente nivel de la pirámide nos encontramos con los alimentos y suplementos que han demostrado ayudarnos a mejorar nuestra capacidad natural de protección frente al sol que son los antioxidantes como carotenoides como el licopeno muy presente en el tomate, la vitamina C, nicotinamida, probióticos, etc. Todo esto no porque podamos usarlos por si solos para una adecuada protección sino porque nos ayuda a complementar con los demás niveles. En cualquier caso estos suplementos o alimentos con estos antioxidantes son beneficiosos de por si para la salud, así que fantástico. Siempre os recomiendo que si os suplementáis sea de una manera personalizada con un especialista que evalúe vuestras necesidades tras los análisis pertinentes.

En el cuarto nivel nos encontramos con cosmética adecuada, que aunque no tiene protección solar propiamente dicha, tiene efectos que ayudan a combatir el daño solar y la oxidación como los antioxidantes como la Vitamina C tópica y la niacinamida que además de su acción antioxidante nos ayuda a reparar la barrera cutánea, cosa muy importante si nos vamos a exponer al sol, que nuestra función barrera funcione a la perfección. Estos ingredientes en especial algunos antioxidantes se incluyen también en la fórmula de algunos filtros solares y se consideran por algunos como filtros biológicos ya que se considera nos ayudan a contrarrestar la luz visible e infrarroja.

Por último y no menos importante, nuestro querido protector solar. Desde hace años os recomiendo buscar protección solar mineral evitando los llamados filtros químicos y u orgánicos por su toxicidad y su potencial de disrupción endocrina. Si no habéis visto mis vídeos sobre el tema os los recomiendo, en especial mi entrevista a la Dra. Silvia Díaz Cruz experta en investigación científica en filtros solares y su impacto en la vida marina del IDAEA CSIC. También os recomiendo esta revisión de la literatura científica. donde veo claramente la necesidad de evitarlos. Me parece increíble que siga habiendo personas que nieguen su toxicidad a pesar de las investigaciones científicas que existen que lo demuestran, siempre son los mismos perfiles cuya actividad profesional se relaciona con la venta de estos mismos productos. Nunca debemos olvidar los conflictos de intereses cuando se habla de “ciencia”, ya que por desgracia la ciencia también se ve afectada por ellos.

Ponto publicaré como cada año mi vídeo de productos favoritos con protección solar ya que este año he encontrado nuevas fórmulas fantásticas, cada vez menos blanquecinas y más fácil de integrar con nuestro maquillaje o en nuestro día a día.

Espero que os haya resultado útil y cuidad muy bien vuestra piel y vuestro cuerpo, que solo tenemos uno.

Con mucho cariño,

Miriam Llantada

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